Muchas veces me han preguntado el porqué o el qué hizo que me dedicara a las plumas antiguas de colección teniendo un negocio de Antigüedades.

En las sucesivas escaramuzas por las Ferias londinenses me fijé que, con frecuencia, aparecían a la venta plumas estilográficas y como siempre me habían entusiasmado, decidí comprar algunos lotes y llevarlos al Rastro de Madrid – lugar donde poseo un puesto desde hace ya muchos años -.

En muy poco tiempo se vendieron todas las plumas y fueron muchas las personas que me pidieron trajera más. Y así entré en la fase de comprar cuantas plumas veía a la venta.

Por entonces – aproximadamente hace 7 años – no tenía mucha idea de como distinguir qué pluma merecía la pena y cual no, ignorando casi todo sobre su funcionamiento. Por ello fueron muchos los errores a la hora de comprar.

Pensando en lo anteriormente dicho, en esta nueva sección de La Gaceta, empezamos dando unos consejos para no equivocarse a la hora de comprar, unos consejos prácticos para recuperar el funcionamiento de las piezas adquiridas y desde luego, desglosar los distintos modelos tanto de Parker como de Waterman que juntos forman una de las partes más brillantes de la historia de la estilográfica.

Es bien sabido, que al principio, todo aquel que decide iniciar una colección, experimenta una especie de ansiedad e interés, sobretodo por la cantidad, por tener más y más, lo cual, siempre, va en detrimento de la calidad.

Lo importante, al tomar la decisión de comprar una pluma, es tener las mayores garantías posibles de que esté en buenas condiciones y de que todas sus partes pertenezcan al modelo original.

Partes EstilográficaUna pluma, normalmente, consta de 7 partes diferentes exteriores, que son las más fáciles de observar: CAPUCHÓN, CLIP, CUERPO, PALANCA O CULOTE, BOQUILLA, ALIMENTADOR y PLUMÍN.

Es cierto que para saber si todas esas piezas corresponden al modelo original, necesitamos conocer bien como es dicho modelo, y ése va a ser otro de los fines de esta sección: Dar una información clara y sencilla de los principales modelos de Parker y Waterman.

Existen, además, otros factores que conviene tener seriamente en cuenta a la hora de ampliar nuestra colección, partiendo de la base de que las piezas son correctas:

  1. Por regla general el capuchón y el cuerpo son iguales en material y color. Es muy importante verificar que no hay diferencia de color entre una pieza y otra. Si una está más oscura que otra será una señal de que la pluma ha sido muy usada y no muy cuidada y este hecho disminuye su valor.
  2. El clip, la palanca de llenado, anillo del capuchón o cualquier otra parte de la pluma que sean de metal con baño de oro tienen que estar sin desgaste. Es muy difícil dar un nuevo baño a estas partes metálicas.
  3. Verificar que el capuchón no tiene fisuras; la parte más vulnerable es el extremo que enrosca en el cuerpo. La manera mejor de observado es al trasluz de una bombilla.
  4. El punto tiene que ser examinado con mucho cuidado ya que podríamos decir que es el alma de la pluma. En el extremo, todos los plumines llevan iridio que es en realidad con lo que escribimos; si éste estuviera muy gastado o roto, hay que tenerlo en cuenta a la hora de pagar porque el restituirlo nos costará al menos 4.000 ptas.
  5. Finalmente, ver si la pluma funciona; lo mejor es preguntarle al vendedor o intentar verificado y probar a cargada con agua.

Todos estos consejos son de mucha utilidad siempre que vayamos a comprar una estilográfica antigua, pero no olvidemos que existe, otro medio de incrementar las piezas de nuestra colección y éste es el de comunicar a nuestro entorno de familiares y amigos que somos coleccionistas de plumas.

No hay que poner ningún reparo a las piezas que nos den, incluso en el supuesto de que la estilográfica esté hecha un desastre conviene aceptarla. Siempre alguna de las partes nos podrá servir para completar otra.

Dos PARKER DUOFOLD de los años 20. La de arriba, una Junior; con todas sus piezas originales – mismo tono de color, mismo acabado, … etc.-. En la de abajo, como puede observarse, el capuchón y el cuerpo cambian notablemente de tono por el uso inadecuado lo que a la hora de una posible compra su precio se verá sensiblemente reducido.